La artista sevillana de 27 años, conocida por sus colaboraciones con Gucci, protagoniza una primera retrospectiva en París.Coco Capitán ha puesto su fotografía al servicio de marcas como Dior, Miu Miu, Paco Rabanne, Maison Margiela, Mulberry o A.P.C. y ha publicado en revistas como Vogue o W Magazine. Pero esta sevillana de 27 años, asentada en Londres desde hace una década, es mucho más que una fotógrafa de moda. En total, la exposición concentra 150 trabajos de la última década, entre los que no solo hay fotografías, sino también pinturas, esculturas y distintos escritos de tipo casi filosófico. Capitán inaugura la nueva etapa de este museo, dirigido desde hace unos meses por el británico Simon Baker, procedente de la Tate Modern. “La fotografía ha cambiado y Coco ejemplifica ese cambio. Mezcla las disciplinas sin preocuparle cómo llamarán los demás al resultado. Representa a una nueva generación que ya no se define a través del medio que utiliza”, sostiene Baker.
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Del 10 de septiembre al 11 de octubre la Sala Trànsit de la Universidad de Alicante acoge la exposición "Fotógrafos unidos por la música". Esta muestra recoge 26 imágenes de artistas y grupos musicales que surgen en Alicante. Rayden, Hasswut, Arise... Música Zero es una asociación que promueve el ocio, la cultura y las actividades.
Es una exposición muy interesante para dar visibilidad a los grupos que han nacido en la ciudad de Alicante, grupos y solistas poco conocidos con un gran talento. Lo mejor de la exposición es que además de dar esta visibilidad, la proporcionan a raíz de unas imágenes profesionales y muy chulas. Esta exposición hecha por Jordi Gisper, es sin duda una experiencia diferente a las demás, una exposición atípica con un toque que puede transportarte mentalmente a muchos lugares. Un recinto original creado para las personas que les gusta el arte. Jordi Gispert (Barcelona, 1957) es uno de los artistas más inclasificables y sorprendentes del panorama artístico. Dotado de una visión absolutamente personal e irreductible, y de una capacidad de trabajo manual que roza lo sobrehumano, su concepto del arte junta metafísica, monumentalidad, surrealismo y autoironía en una mezcla tan escurridiza y tan impermeable a las definiciones corrientes y las modas como estimulante. “Escogí construir el espacio a base de tejido militar de camuflaje de tanques en Siberia”, comenta, “lo que se denomina en argot Camu Blanco Blanco, y que se diferencia, claro, del beige del camuflaje de desierto o del Rambo para selva. Ha quedado un espacio de luz, de ruptura de lo cotidiano (que es la compra en el centro comercial), un espacio de inspiración basado en el verano, que alude a las vacaciones y a la lumionosidad mediterránea”.
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